¿Verdaderamente los mexicanos son huev$!s como lo afirma Chumel Torres?

¿Verdaderamente los mexicanos son huev$!s como lo afirma Chumel Torres?

Foto: Freepik

El comediante Chumel Torres volvió a generar polémica luego de que se hiciera viral su participación en un podcast, donde refiere que los mexicanos “son huev%$!s” y no les gusta trabajar. Sus declaraciones causaron indignación por quienes las consideraron clasistas y sin conocimiento del tiempo que dedican los mexicanos al trabajo sin que esto suponga mejores oportunidades de vida.

 

“Al mexicano le interesa ‘deposítame sin trabajar, ¿por qué? porque me vale ver%&’, y así salen a votar. No lo diría, lo opino (que los mexicanos son huev%$!s), te voy a decir por qué: yo tengo lo que tengo, nomás porque jalo mucho”, fueron las declaraciones de Chumel Torres en el podcast “Roast”, sobre las personas que reciben los programas sociales del gobierno federal.

 

Rápidamente, las redes sociales se llenaron de comentarios que descalificaron a Chumel y lo tacharon de clasista por no conocer la realidad de los trabajadores del país, además de que afirmó que él sabe más que profesores universitarios. Más allá de los dichos del comediante, la realidad es que los mexicanos son los que más trabajan en todo el mundo sin que esto se vea reflejado en su calidad de vida.

 

 

¿Cuánto trabajan los mexicanos?

 

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en México cada trabajador labora al año un promedio de 2,226 horas, es decir, un promedio de 42.8 horas cada semana. En este rubro, México sólo se ve superado por Colombia, donde trabajan 2,405 horas al año. Esto supera el promedio de horas a nivel mundial, que según la OCDE es de 1,752 horas anuales.

 

Otros estudios, como el de World Population Review, detalla que en México cada trabajador labora 2,148 horas cada año, es decir, un promedio de 41.3 horas en cada semana de trabajo. En ambos casos, México se coloca como el país o uno de los países con más sobrecarga de trabajo, aunque ello no refleja en los ingresos.

 

A lo anterior se suma que México es uno de los países con la tasa de desempleo más baja de la OCDE, ya que según la organización, este se encuentra en 3 %, más bajo que el nivel previo a la pandemia cuando era de 3.2 %.

 

Si bien en los últimos años se dieron importantes avances en materia laboral, como los constantes aumentos al salario mínimo, en los que México se revalorizó más en Latinoamérica, o los días extras que se dieron de vacaciones pagadas por ley que ahora son 12, aún hay rezago para que el trabajo mejore la vida de los mexicanos.

 

Y es que la cantidad de tiempo que una persona dedica al trabajo no determina, en todos los casos, su capacidad de tener mejor calidad de vida o movilidad social. De acuerdo con el Informe de Movilidad Social de México en 2019 del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), la mayoría de las personas difícilmente escalarán en la pirámide social en comparación con cómo nacieron.

 

Los resultados de este informe demuestran que por cada 100 personas que nazcan en el escalón socioeconómico más bajo del país, 49 se quedarán ahí hasta el momento en que mueran. Aunque poco más de la mitad sí cambiarán su panorama, 25 de ellos tampoco superarán el umbral de la pobreza, dando como resultado que 74 de cada 100 mexicanos no superen dicho quintil en toda su vida.

 

La nula movilidad social también se explica debido a la falta de oportunidades que hay para crecer. El informe del CEEEY señala que la desigualdad de oportunidades sobre la desigualdad de resultados de riqueza es de al menos 48 %, es decir, el 48 % de los mexicanos se enfrenta a la desigualdad de oportunidades para subir en la escalera social.

 

Más que el tiempo de trabajo, un factor determinante en la nula movilidad social son las condiciones en que una persona nace, pues la riqueza del hogar es más relevante para el éxito en la escalada socioeconómica. Asimismo, está el nivel de estudios de los padres y el acceso que se tiene a la educación de sus hijos. Estas aristas son tan determinantes que no sólo afectan de padres a hijos, sino que también permea hasta los nietos.

 

Lo anterior refiere que la calidad de vida de una persona no depende únicamente del tiempo que dedica a trabajar como lo declaró Chumel Torres, sino que incluye más factores que están fuera de su control, como las condiciones de vida en que nace o el acceso desigual a las oportunidades de crecimiento.

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