Beneficios vs riesgos: los “graves” efectos secundarios de las vacunas anticovid

Beneficios vs riesgos: los “graves” efectos secundarios de las vacunas anticovid

Foto: Freepik

Los efectos secundarios de la vacuna contra el covid-19 pueden variar según cada persona. Lo normal es que no afecten a las actividades cotidianas, sean leves y desaparezcan en pocos días, como ocurre con otras vacunas. No obstante, y aunque son poco comunes, se han dado casos más severos de reacciones adversas.

 

Especialistas del Global Vaccine Data Network (GVDN) llevaron a cabo un estudio que identifica siete enfermedades o efectos secundarios relacionados con las vacunas contra Covid- 19: Pfizer, Moderna y AstraZeneca. La información revela que las vacunas sí están relacionadas con incremento en afecciones neurológicas, sanguíneas y cardíacas.

 

El estudio encontró que la miocarditis o inflamación del músculo cardíaco es uno de los “males” que se identificó constantemente después de que una persona recibía la primera, segunda y tercera dosis de vacunas de ARNm.

 

El mayor aumento en la proporción observada y esperada se detectó después de una segunda dosis con la inyección de Moderna. Una primera y una cuarta dosis de la misma vacuna también se relacionaron con un aumento de la pericarditis o inflamación del fino saco que cubre el corazón.

 

Los eventos, identificados al principio de la pandemia, incluyeron un mayor riesgo de inflamación relacionada con el corazón por las dosis de vacunas covid fabricadas por Pfizer Inc., BioNTech SE y Moderna Inc.,

 

Asimismo, se detectó un mayor riesgo de un tipo de coágulo de sangre en el cerebro después de recibir una dosis de la vacuna de AstraZeneca.

 

Las vacunas esta última farmacéutica también se vincularon con un mayor riesgo de síndrome de Guillain-Barré, un trastorno neurológico en el que el sistema inmunológico ataca por error al sistema nervioso periférico.

 

El estudio detalla que los investigadores encontraron un aumento, en los casos de síndrome de Guillain-Barré dentro de los 42 días posteriores a una inyección inicial con la vacuna de AstraZeneca. Dicho aumento no se observó en los pacientes que recibieron vacunas covid de otros laboratorios.

 

Las dosis de AstraZeneca también se relacionaron con un aumento tres veces mayor en la trombosis de los senos venosos cerebrales, un tipo de coágulo de sangre en el cerebro.

 

 

Por otra parte, se hallaron casos de mielitis transversa (inflamación de la médula espinal) después de que se identificaron en el estudio las vacunas de vectores virales, como la desarrollada por el laboratorio Johnson & Johnson.

 

También lo fue la encefalomielitis aguda diseminada (inflamación e hinchazón en el cerebro y la médula espinal) después de las vacunas de vectores virales y de ARNm.

 

De igual forma, se observaron siete casos de encefalomielitis aguda diseminada después de la vacunación con la vacuna Pfizer-BioNTech, frente a una expectativa de dos.

 

El estudio no revisó el síndrome de taquicardia ortostática postural, que algunas investigaciones han relacionado con las vacunas covid.

 

Sin embargo, el recorrido por las reacciones de las vacunas confirma que incluso los efectos secundarios más perjudiciales han tenido lugar dentro del periodo de seis semanas.

 

Efectos secundarios de otras vacunas 

 

Ttras la introducción de la vacuna antipoliomielítica inicial de Salk en 1955, quedó claro que algunas de las primeras remesas contenían accidentalmente virus de la polio vivos y no la forma debilitada que se suponía que debía estar en la inyección. En cuestión de semanas, este error provocó algunas infecciones de polio y, en algunos casos, la muerte. En la actualidad, las vacunas antipoliomielíticas se vigilan para garantizar que el virus esté completamente muerto en las inyecciones administradas a niños.

 

En 1976, aparecieron casos raros del síndrome de Guillain-Barré, un trastorno del sistema nervioso, de dos a tres semanas después de que las personas empezaran a recibir una vacuna antigripal de virus inactivo basada en huevos contra una cepa peligrosa de la gripe porcina H1N1. Finalmente, los científicos determinaron que el efecto ocurría en una o dos personas por cada millón de vacunas.

 

En 2008, de siete a 10 días después de recibir la vacuna triple vírica (contra el sarampión, las paperas y la rubeola) junto con una contra la varicela, algunos bebés sufrían convulsiones febriles. Estos casos de convulsiones ocurrían en un niño por cada 2,300 dosis de la vacuna, por eso actualmente el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU recomienda que la mayoría de los niños reciban las dos vacunas de forma separada.

 

Semanas después de recibir la vacuna contra la fiebre amarilla, una pequeña cantidad de personas desarrollan inflamación del cerebro (encefalitis), hinchazón en la membrana de la médula espinal (meningitis), síndrome de Guillain-Barré o una disfunción sistémica multiorgánica llamada enfermedad viscerotrópica. Aún se recomienda que las personas que viajen a lugares donde esta enfermedad mortal es endémica se pongan la vacuna.

 

La rara excepción a los eventos adversos que ocurren en el periodo de seis semanas es la vacuna contra el dengue, Dengavaxia, cuyo uso en niños fue aprobado por el gobierno filipino en 2016. Cuando el virus del dengue infecta a las personas, el primer episodio de la enfermedad es relativamente leve. Pero cuando se infectan una segunda vez, con una cepa distinta, la reacción puede ser mucho más grave y, en algunos casos, mortal. Como predijeron algunos expertos, la vacuna —elaborada con virus inactivados— actuaba como una primera infección, lo que quería decir que a muchos niños picados por un mosquito portador del virus del dengue les iba peor que a aquellos no vacunados

 

La Immunization Action Coalition, apunta que los casos de efectos secundarios graves de las vacunas contra la covid-19, como el síndrome de Guillain-Barré y la inflamación cardíaca, son muy raros y se detectaron enseguida porque figuraban en las listas oficiales de posibles problemas a los que prestar atención. Es más, precisa, que estos y otros efectos secundarios aparecen poco después de que alguien se haya vacunado, lo que sugiere que no hay que preocuparse por las reacciones retardadas a largo plazo.

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