Los pulmones de Puebla y la urgencia de protegerlos ante las olas de calor extremo

Los pulmones de Puebla y la urgencia de protegerlos ante las olas de calor extremo

Foto: Enfoque

Las olas de calor no cesan y eso trae consigo varios efectos dañinos para el medioambiente, siendo uno de los más peligrosos los incendios forestales que amenazan a los pulmones del país. En Puebla esto ya se ve con incendios en parques estatales que representan las principales zonas verdes de la entidad, por lo que surge la necesidad de conocer cuáles son estas zonas y qué las pone en riesgo.

 

El pasado 10 de mayo Puebla se hizo noticia porque, aunado a las temperaturas de calor que se registran, también tuvo lugar un incendio forestal en la zona del parque estatal Flor del Bosque. Este es considerado uno de los principales pulmones naturales de Puebla por ser un área natural de gran extensión y abundante arbolado que contribuye a reducir el estrés calórico y mejorar la calidad del aire.

 

Si bien este es uno de los pulmones más grandes de la ciudad de Puebla, en el resto del municipio y en todo el estado hay más zonas similares que tienen gran relevancia para el aire y la biodiversidad, desde parques estatales hasta nacionales, algunos situados en el corazón de la ciudad. Como muchos otros a nivel nacional, hay diversos factores que ponen en riesgo su existencia y funcionalidad.

 

Los pulmones de Puebla capital

 

El principal pulmón para Puebla capital y sus alrededores es el parque nacional La Malinche o Malintzi, una de las montañas más altas de Puebla con una altura de 4,420 metros sobre el nivel del mar. De acuerdo a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la Malinche tiene una superficie de 46,112.24 hectáreas de área natural protegida (ANP) de bosque que unen a Puebla y Tlaxcala.

 

Esta se creó el 6 de octubre de 1938 gracias a un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y en ella se enlistan más de 937 especies de plantas, reptiles, aves, mamíferos, anfibios, hongos y ectoparásitos. Es un reservorio de agua y oxígeno cuyo impacto se ve en la zona metropolitana de Puebla, aunque desde hace décadas se enfrenta a la tala ilegal e incendios forestales provocados.

 

Justo en el corazón de la capital, se encuentra el parque Flor del Bosque, que desde el 2022 cuenta con una extensión de más de 1,500 hectáreas de bosque, aunque en el pasado sólo había 664 hectáreas, siendo un aumento de más del doble de su superficie. Este, además de ser uno de los pulmones de la ciudad, también es un atractivo turístico con el que se pretende involucrar a los ciudadanos en el cuidado y preservación del bosque y las especies que ahí habitan.

 

Por otra parte, el Cerro de Amalucan es otra de las áreas verdes ubicadas en la capital de Puebla con la que se cuenta para combatir el calor y el cambio climático en la zona metropolitana. En el nororiente de la ciudad, el Cerro de Amalucan tiene una superficie aproximada de 74 hectáreas de arbolado, áreas comunes y anteriormente existió una playa artificial, aunque esta ya no es parte del parque.

 

Finalmente, el más pequeño en extensión es el Parque Ecológico Revolución Mexicana, uno de los espacios naturales más importantes de la zona metropolitana y, al mismo tiempo, uno de los más relevantes para la calidad del aire. Con 57 hectáreas de extensión, el Parque Ecológico es refugio para diversas especies rescatadas de aves, reptiles, plantas y árboles que la hacen uno de los pulmones de Puebla.

 

Pulmones en el resto del estado

 

En Santa Clara Ocoyucan está el bosque de Santa María Malacatepec, uno de los pulmones que, si bien no se ubica en la capital, también tiene repercusiones en la zona metropolitana. Desde hace años está en disputas por los grupos empresariales, en especial inmobiliarias, que buscan arrasarlo para la expansión de zonas habitacionales como Angelópolis.

 

Por último, está la Reserva Estatal Sierra del Tentzo, un bosque ubicado en el municipio de Molcaxac, con una extensión aproximada de 57,815 hectáreas de arbolado, cascadas y cavernas, lo que lo hace, en superficie, más grande que La Malinche. Esta área natural alberga a casi 200 especies de plantas, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, lo que lo hace uno de los mayores reservorios y pulmones naturales del estado.

 

Los riesgos latentes que amenazan a los pulmones de Puebla

 

A pesar de la importancia que estos tienen en la vida diaria de las personas, mediante la limpieza del aire y la preservación del agua, constantemente están amenazados por diferentes motivos. Uno de los principales es el crecimiento y expansión de las manchas urbanas que pretenden acabarlos para la edificación de zonas habitacionales.

 

El ejemplo más claro es el bosque de Santa María Malacatepec, cuya existencia está en riesgo debido a la empresa Grupo Proyecta que por años ha insistido en la construcción de una zona residencial de lujo, sobre lo que hoy es el bosque de más de 300,000 árboles. Lo mismo ocurrió en Flor del Bosque, ya que antes de que se decretara su expansión, había proyectos inmobiliarios que ponían en riesgo esta área natural.

 

De igual forma, están los incendios forestales ocasionados, directa o indirectamente, por la actividad humana. Algunos incendios se dan por causas naturales como la caída de rayos que se combina con la vegetación seca, pero la mayoría tienen su origen en la actividad humana, por fogatas mal apagadas o vidrios que dejan en pastizales, o porque son provocados para cambio de uso de suelo u otro fin similar.

 

Finalmente, está la tala ilegal de árboles que se da para el aprovechamiento de la madera, o también para cambiar el uso de suelo. En este sentido, La Malinche es uno de los pulmones poblanos que más se han visto afectados, ya que cada año se pierden decenas de hectáreas debido a la tala clandestina, siendo un problema del que ni siquiera se tienen cifras oficiales de cuánta superficie se pierde.

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