
La hipertensión, tradicionalmente asociada a personas de la tercera edad, hoy afecta cada vez más a jóvenes y adultos jóvenes en México, reflejando una preocupante tendencia en la salud pública del país.
Puesto que este fenómeno forma parte de un aumento generalizado de enfermedades crónicas en la población joven, que incluye afecciones como obesidad, diabetes tipo 2, trastornos mentales y enfermedades cardiovasculares.
Un estudio reciente reveló que casi uno de cada tres niños en México vive con una enfermedad crónica, y entre los jóvenes adultos de 18 a 25 años, la prevalencia de estas enfermedades aumentó de 19 % a 29 % entre 1999 y 2018. Entre las condiciones más comunes se encuentran el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), autismo, asma, prediabetes, ansiedad y depresión.
Además, casi 40 % de la población joven mexicana sufre de obesidad o sobrepeso, un problema que se atribuye principalmente al sedentarismo y a una mala alimentación rica en azúcares, grasas saturadas y carbohidratos. Este factor es clave en el desarrollo temprano de enfermedades como la hipertensión y la diabetes mellitus tipo 2, que también están en aumento entre adolescentes y adultos jóvenes.
La diabetes tipo 2, tradicionalmente considerada una enfermedad de adultos mayores, podría afectar a más de 160,000 adolescentes en México para el año 2025, lo que evidencia un cambio en la edad de aparición de estas enfermedades crónicas.
Factores que explican la reducción de edades en estos padecimientos
El descenso en la edad de aparición de enfermedades crónicas se debe a varios factores sociales, económicos y de estilo de vida:
- Sedentarismo y mala alimentación: la falta de actividad física y el consumo elevado de alimentos procesados y altos en calorías contribuyen al sobrepeso y obesidad desde edades tempranas.
- Factores socioeconómicos: niños y jóvenes en hogares con bajos ingresos, acceso limitado a educación y servicios de salud tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
- Transición en la atención médica: la etapa de la adolescencia y adultez temprana es crítica porque muchos jóvenes pierden el seguimiento médico regular, lo que dificulta la detección y control oportuno de factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, obesidad y colesterol alto.
- Cambios en el entorno social y emocional: el estrés, la ansiedad y la depresión, que también están aumentando en jóvenes, influyen en la aparición y agravamiento de enfermedades crónicas.
Implicaciones y retos para la salud pública en México
El aumento de enfermedades crónicas en jóvenes tiene consecuencias sociales y económicas importantes, como costos médicos elevados y la necesidad de apoyos continuos para el tratamiento, lo que genera una carga emocional y financiera para las familias.
El sistema de salud enfrenta el reto de garantizar una atención continua y adecuada, especialmente en la transición de la atención pediátrica a la de adultos, para evitar interrupciones en el tratamiento que puedan deteriorar la calidad de vida de los afectados.