
El fabricante de automóviles Nissan está considerando esta posibilidad como parte de un plan de reestructuración para bajar costos de producción, según publicó la prensa japonesa. El plan también incluye el cierre de dos plantas en la prefectura de Kanagawa, cuna de Nissan, de acuerdo con el diario Yomiuri Shimbun, que no dio detalles de cuáles sitios serían clausurados en el territorio mexicano.
Nissan cuenta con tres plantas de producción en el país latinoamericano, dos de ellas en el estado de Aguascalientes (occidente) y la otra en el municipio de Jiutepec, en Morelos (centro).
De acuerdo con prensa japonesa, una de las plantas que está considerando cerrar es la de Oppama, en la ciudad de Yokosuka, que tiene una capacidad de producción anual de 240,000 vehículos. Otra de las plantas es la de Shonan de Nissan Shatai, en la ciudad de Hiratsuka, con una capacidad de 150,000 unidades anuales y en la que fabrica camionetas de carga comerciales.
Si se cierra la planta de Oppama, sería la primera vez que Nissan clausura una fábrica nacional importante desde 2001, señaló el diario Japan Times. Nissan cuenta actualmente con un total de cinco plantas nacionales en las prefecturas de Kanagawa, Tochigi y Fukuoka, con una capacidad de producción conjunta de 1.2 millones de unidades.
Más tarde, en un comunicado, la automotriz negó las versiones de prensa sobre las modificaciones. "Respecto a las recientes informaciones sobre el posible cierre de algunas plantas, Nissan quiere aclarar que estas noticias son especulativas y no se basan en ninguna información oficial de la compañía", señaló la empresa en un boletín de prensa.
Nissan precisó que su plan es consolidar la producción de las camionetas Frontier y Navara, actualmente dividida entre México y Argentina, en un solo hub de producción en la región, centralizado en la planta de CIVAC en Morelos, México. "En marzo, anunciamos que el Grupo Renault sería propietario del 100 % de Renault Nissan Automotive India Private Ltd (RNAIPL), mediante la adquisición del 51 % de las acciones que actualmente posee Nissan", añadió la compañía.
"Seguimos centrados en nuestras operaciones y en la dedicación de nuestra plantilla, que es el motor de nuestro éxito. Nos comprometemos a mantener la transparencia con nuestras partes interesadas y comunicaremos cualquier actualización pertinente cuando sea necesario", agregó.
En el ejercicio finalizado este mes de marzo, Nissan incurrió en una pérdida neta consolidada de 670,800 millones de yenes (unos 4,600 millones de dólares).
Esta semana, la empresa anunció un plan para cerrar siete de sus 17 plantas en todo el mundo para el ejercicio fiscal 2027. El presidente Iván Espinosa indicó que el plan afectará a instalaciones en Japón, pero declinó especificar cuáles. "Como pueden ver, nuestros resultados financieros de todo el año son una llamada de atención", comentó.
El fabricante japonés de automóviles ha tenido que hacer frente a un desplome de las ventas y la rentabilidad mundiales ante la creciente competencia del sector chino de vehículos eléctricos, de rápido crecimiento.
Nissan ha luchado por recuperar el impulso en el mercado clave de EU, y tiene que hacer frente a una gama de productos obsoleta, unos incentivos excesivos en los concesionarios y una montaña de deudas, advirtió Japan Times.