
El 20 de mayo de 2025, la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó el primer tratado internacional destinado a fortalecer la cooperación global en la preparación y respuesta ante pandemias. El acuerdo fue aprobado con un respaldo mayoritario de 124 países durante la Asamblea Mundial de la Salud celebrada en Ginebra. Sin embargo, la ausencia de Estados Unidos, históricamente el mayor donante de la OMS, marcó un contraste significativo en este esfuerzo multilateral.
La decisión de Estados Unidos de no participar en el tratado se remonta al 20 de enero de 2025, cuando el presidente Donald Trump firmóuna orden ejecutiva para retirar al país de la OMS. Esta acción se basó en críticas hacia la gestión de la pandemia de COVID-19 por parte de la organización y en acusaciones de influencia política inapropiada. Desde entonces, el país ha optado por enfocar sus políticas sanitarias a través de organismos nacionales, sin intervenir directamente en las estrategias internacionales coordinadas por la OMS.
Por otra parte, el nuevo tratado de la OMS establece medidas para mejorar la coordinación internacional en la prevención, preparación y respuesta ante futuras pandemias. Incluye la creación de un Sistema de Acceso a Patógenos y Reparto de Beneficios (PABS), que facilitará el intercambio de datos genéticos de patógenos y garantizará el acceso equitativo a vacunas y tratamientos derivados de dicha información. Este sistema busca prevenir los desequilibrios observados durante la crisis de 2020, cuando el acceso a tecnologías médicas fue limitado para muchos países.
También, el acuerdo promueve la consolidación de una Red Global de Logística y Suministros para optimizar la distribución de insumos médicos y evitar escasez o acaparamiento durante crisis sanitarias. La red estará supervisada por un comité internacional con representación de todos los continentes. También aborda la necesidad de condiciones laborales óptimas para el personal médico y la integración de marcos jurídicos que faciliten la llegada de productos de salud durante emergencias. Se prevé que esta coordinación permita una respuesta más eficiente y menos fragmentada en caso de una futura crisis.
Igualmente, la ausencia de Estados Unidos en este tratado ha generado preocupación entre expertos en salud pública, quienes advierten que podría obstaculizar los esfuerzos globales para enfrentar futuras pandemias. Organizaciones no gubernamentales y redes de investigación científica han manifestado la importancia de una participación universal, especialmente de países con altos recursos y capacidad de innovación en biotecnología.
Así, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó la importancia del acuerdo al afirmar: "El mundo es hoy más seguro gracias al liderazgo, la colaboración y el compromiso de nuestros Estados Miembros al adoptar el histórico Acuerdo de la OMS sobre Pandemias". Esta declaración fue recibida con aplausos por delegaciones de varias naciones, reafirmando el apoyo internacional al tratado.
De este modo, el tratado, aunque jurídicamente vinculante, requiere la ratificación de al menos 60 países para entrar en vigor. Mientras tanto, la comunidad internacional continúa trabajando para fortalecer la preparación global ante futuras crisis sanitarias, a pesar de la notable ausencia de una de las principales potencias en el ámbito de la salud pública. (NotiPress)