Una escena espontánea pronunciada años atrás por un familiar de Luciana Vásquez tomó un nuevo significado en Roma. En entrevista con CNN, la joven peruana compartió el momento en que su tía, durante una visita al entonces cardenal, comentó entre risas: "Estamos con el próximo papa". En ese instante, nadie en su entorno consideró la posibilidad como algo real. La frase fue interpretada con humor por los presentes, incluida la propia Luciana.
En su estadía en la capital italiana, Luciana acudió a un encuentro con un amigo cercano de su abuelo. Ese amigo resultó ser quien más tarde asumiría el pontificado bajo el nombre de León XIV. La reunión, inicialmente de carácter privado, fue impulsada por un lazo personal el cual se había forjado años atrás en Perú, cuando el ahora papa ejercía como obispo durante casi una década en dicho país. En ese período, fue él quien administró el sacramento de la confirmación a la joven.
Luciana relató cómo en aquel momento de la reunión, la frase de su tía generó risa general. No obstante, con el paso del tiempo, y especialmente tras el nombramiento del cardenal como sumo pontífice, aquellas palabras adquirieron un carácter premonitorio. Según relató, en su mente esa posibilidad no existía. Esta referencia fue recordada con claridad durante la conversación con el medio de noticias.
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Así, en su testimonio para CNN, la joven reconoció que ese vínculo con el actual líder de la Iglesia católica no se limitaba a una conexión casual. Su historia forma parte de un contexto familiar y espiritual significativo que ha impactado también en las plataformas digitales. La escena compartida con León XIV, convertida en video corto, acumuló más de ochenta millones de vistas en TikTok. Aunque su perfil en redes solía enfocarse en aspectos cotidianos, esta grabación modificó por completo su alcance.
No fue sencillo para ella solicitar un video al pontífice. En sus palabras, sintió nervios y cierta reverencia. Comentó que lo veía como una figura tan sagrada con el cual no se sentía cómoda acercándose con esa solicitud. Fue su madre quien le insistió en aprovechar la oportunidad, resaltando lo irrepetible del momento. Finalmente, logró capturar el instante el cual luego se viralizó.
Más allá del impacto digital, Luciana subrayó cómo su experiencia con la religión no ha sido constante, pero sí significativa. Reconoció que alejarse de la práctica religiosa resulta común, especialmente por la dificultad de mantenerla en la vida diaria. A pesar de ello, expresó que continúa intentándolo porque ofrece una sensación de bienestar.
La anécdota de su tía, mencionada de forma casual, se convirtió en un recordatorio inesperado del rumbo el cual tomaría el destino de aquel cardenal. Luciana, sin proponérselo, estuvo presente antes y después de un acontecimiento clave para la Iglesia. La historia ahora forma parte del archivo audiovisual más visto de su vida, marcado por una coincidencia familiar alcanzando una repercusión mundial. (NotiPress)
