A Chedraui no le dio la gana bachear… ¡ahora hay cráteres!

A Chedraui no le dio la gana bachear… ¡ahora hay cráteres!

Foto: Enfoque

Las lluvias llegaron a Puebla, y con ellas, los miles de baches que hay en la capital se han convertido en auténticos cráteres dignos de un paisaje lunar. Y todo esto, gracias a que al presidente municipal, José Chedraui, no le dieron ganas de bachear.

 

La negligencia en el mantenimiento de las calles es tan evidente que los ciudadanos ya no saben si reír, llorar o simplemente grabar el desastre para la posteridad. Las precipitaciones pluviales continuarán y los baches, por consiguiente, seguirán creciendo.

 

En un recorrido llevado a cabo por Imagen Poblana por diversos puntos de la ciudad, fuimos testigos del abandono en que se encuentran algunas vialidades, prácticamente desde que inició este año.

 

La primera parada fue la calle 16 Sur y 39 Oriente, la cual ya habíamos visitado anteriormente y documentamos el estado deplorable en que se encontraba esta vialidad. Hace semanas ya era un desastre; hoy, es un campo minado.

 

Este lugar es un ejemplo claro de la indiferencia de la administración de la capital “imparable”, y es que en este sitio se ubica una estancia de día del DIF municipal, por lo que pareciera una burla a los ciudadanos que, día tras día, juegan a la ruleta rusa con socavones disfrazados de charcos.

 

La segunda parada fue la calle 18 Norte y bulevar Xonaca, donde los automovilistas tienen que hacer uso de sus habilidades para no caer en los hoyos que parecen haber sido diseñados para tragarse vehículos enteros.

 

Como es común en esta época, los charcos ocultan la profundidad de los cráteres, y el sonido de los amortiguadores o la suspensión del auto se escucha a varios metros, así como las mentadas de algunos choferes.

 

¿Y qué decir del bulevar Vicente Suárez? Desde hace ya varios meses, estos baches han sido protagonistas de un número indeterminado de llantas voladas, suspensiones rotas y de varios accidentes viales.

 

Al igual que las dos anteriores, es una vialidad altamente transitable y a la cual el gobierno municipal de Chedraui tampoco le importa. Vecinos de la zona aseguran que han hecho los reportes al ayuntamiento para que acudan a taparlo, pero la respuesta siempre es la misma: “no dicen que no, pero no dicen cuándo”.

 

Es una realidad que la capital que presume ser “imparable” bajo la batuta de Chedraui se detiene en seco ante el abandono de sus calles. Mientras los charcos ocultan trampas mortales para los conductores, la administración municipal brilla por su ausencia. Bachear, esa tarea básica de cualquier gobierno municipal, parece no estar en la agenda del señor alcalde, y cada lluvia es un recordatorio de la inacción y de un gobierno que prefiere la inercia a la planeación.

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