“Abominación repugnante”: Musk rechaza el megaproyecto de presupuesto de Trump

“Abominación repugnante”: Musk rechaza el megaproyecto de presupuesto de Trump

Foto: Gustavo Torres

Elon Musk, empresario tecnológico y hasta hace pocos días asesor del Departamento de Eficiencia Gubernamental del gobierno de Donald Trump, expresó un fuerte rechazo al megaproyecto presupuestario que impulsa la administración republicana. A través de un mensaje difundido en la red social X, Musk calificó el plan como "una abominación repugnante", marcando una ruptura pública con la agenda económica del presidente.

 

La publicación fue realizada poco después de que la Cámara de Representantes aprobara el proyecto el 22 de mayo por un estrecho margen. Musk escribió: "Lo siento, pero ya no lo soporto", seguido de: "Este enorme, escandaloso y desmesurado proyecto de ley de gastos del Congreso es una abominación repugnante". El mensaje concluye con una crítica directa a los legisladores: "¡Qué vergüenza para quienes votaron a favor! Saben que hicieron mal. Lo saben".

 

 

El empresario, que había sido una figura clave en los primeros meses del segundo mandato de Trump, dejó su puesto la semana pasada en un acto oficial en el Salón Oval. En ese momento, aseguró que seguiría siendo "amigo y asesor" del mandatario, aunque ya había manifestado reparos. En una entrevista previa, Musk sostuvo: "Un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso, pero no sé si puede ser ambas cosas".

 

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, respondió en una sesión informativa cuando fue consultada por las declaraciones de Musk. "Miren, el presidente ya sabe la postura de Elon Musk sobre este proyecto de ley", dijo. Añadió que "esto no cambia la opinión del presidente. Este es un proyecto de ley grande y hermoso, y él se aferra a eso".

 

El plan, de 1116 páginas, representa el núcleo de la política interna del presidente Trump para su segundo mandato. Entre sus principales disposiciones se incluyen una extensión de los recortes fiscales de 2017, una reducción del gasto público por valor de 1,5 billones de dólares y la aplicación de un impuesto del 3,5% a las remesas enviadas desde Estados Unidos. Según el Centro para el Desarrollo Global, esta última medida afectaría a unos 40 millones de personas, incluidos migrantes y titulares de visas temporales.

 

La propuesta generó críticas por parte de sectores moderados del Partido Republicano y de analistas presupuestarios. El senador republicano Ron Johnson declaró a CNN: "Tenemos suficientes [votos] para detener el proceso hasta que el presidente se tome en serio la reducción del gasto y del déficit".

 

Análisis independientes calcularon que el plan añadiría entre 2,5 y 3,1 billones de dólares al déficit durante la próxima década, incluso considerando un eventual crecimiento económico. Además, se advierte que hasta siete millones de personas podrían perder la cobertura de Medicaid, y otros 3,2 millones quedarían excluidos de la ayuda alimentaria por los cambios propuestos en su financiamiento.

 

El Senado tiene la intención de debatir el texto y aprobarlo antes del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos. No obstante, la ajustada mayoría republicana y las divisiones internas podrían complicar ese calendario. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, instó a los senadores a no realizar modificaciones sustanciales, advirtiendo que cualquier cambio requeriría una nueva votación en la Cámara Baja.

 

 

Mientras tanto, el propio Donald Trump intervino en la discusión a través de su red Truth Social, donde afirmó: "Tantas declaraciones falsas se están haciendo sobre ‘EL ÚNICO, GRANDE, HERMOSO PROYECTO DE LEY’" y sostuvo que no recortará Medicaid, a pesar de los análisis contrarios. (NotiPress)

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