Casonas en el CH, atrapadas entre la lluvia, el riesgo de colapso y la negligencia

Casonas en el CH, atrapadas entre la lluvia, el riesgo de colapso y la negligencia

Foto: Enfoque

La temporada de lluvias no solo está causando estragos en las calles de la capital poblana, sino que también está afectando seriamente las casonas ubicadas en el Centro Histórico, las cuales, muchas de ellas, ya presentan un deterioro significativo, agravado por los sismos y la falta de mantenimiento, lo que representa un riesgo constante para los transeúntes que pasan por estos inmuebles. Sin embargo, los años pasan y la situación no cambia.

 

El Centro Histórico de Puebla, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1987, alberga más de 3,000 inmuebles históricos, principalmente de los siglos XVI al XIX, muchos de los cuales son casonas coloniales. Estas construcciones, emblemáticas por su arquitectura y valor cultural, están sufriendo un deterioro progresivo debido a varios factores.

 

Uno de ellos es el abandono y la falta de mantenimiento, los cuales aceleran su degradación, provocando el desprendimiento de aplanados, humedades, losas colapsadas, vidrios rotos, bardas a punto de colapsar, flora parásita y muros carcomidos. Con la presencia de las lluvias, se intensifica el deterioro, especialmente en estructuras ya debilitadas, aumentando el riesgo de colapsos.

 

Otro de los motivos es la situación geográfica de Puebla, que, al estar ubicada en una zona altamente sísmica, ha sufrido los embates de estos movimientos telúricos en los últimos años, los cuales han provocado daños significativos en muchas casonas. Aunque algunas han sido restauradas, otras permanecen sin intervención.

 

Y quizás el factor que sobresale dentro de esta problemática es el tema de la burocracia y los costos elevados, toda vez que la restauración de estas casonas es compleja debido a los trámites requeridos por el INAH y los altos costos, que pueden ascender a 2.5 millones de pesos o más, dependiendo del grado de deterioro. Los materiales y técnicas especializadas necesarios para preservar la estética histórica incrementan los gastos de 30 a 40 % respecto a edificaciones comunes.

 

El número de casonas en riesgo ha cambiado en los últimos años. En 2019, se identificaron 273 casonas en mal estado, muchas de las cuales requerían mantenimiento urgente. Tras valoraciones, se estimó que este número podría reducirse a entre 180 y 200 si los propietarios permitían intervenciones.

 

Al siguiente año, la Gerencia del Centro Histórico reportó 42 casonas en riesgo de colapso debido a las lluvias, de las cuales 29 eran Monumentos Históricos. En 2021, se reportaron 40 casonas catalogadas como ruinosas por su antigüedad. Para 2023, la comuna identificó 49 casonas en riesgo de colapso, de las cuales 90 % estaban deshabitadas.

 

Apenas el año pasado, se reportaron 44 casonas con alto riesgo de desplome, según la Dirección de Gestión de Riesgos. Para este 2025, se han detectado 50 casonas que están en riesgo crítico y requieren atención.

 

¿De quién es la responsabilidad del mantenimiento de estas casonas?

 

La responsabilidad del mantenimiento de las casonas recae principalmente en los propietarios privados, ya que la mayoría de estos inmuebles son de propiedad particular. Sin embargo, la falta de recursos económicos, la especulación o la negligencia son razones comunes para el abandono.

 

Pero el INAH juega un papel protagónico en este escenario, ya que es el organismo encargado de proteger los inmuebles históricos catalogados como patrimonio cultural, por lo que toda intervención requiere de un dictamen previo hecho por este instituto, que clasifica los inmuebles en cinco categorías para determinar la viabilidad de las obras.

 

Los propietarios deben obtener permisos del INAH, lo que implica presentar proyectos detallados, planos y, en algunos casos, pagar una fianza. Si un inmueble está cerca de un monumento histórico o en una zona protegida, las restricciones son aún más estrictas. Todo este proceso burocrático representa un gran obstáculo que retrasa o impide las remodelaciones.

 

Por su parte, la Gerencia del Centro Histórico y Protección Civil municipal ejecutan inspecciones, identifican inmuebles en riesgo y exhortan a los propietarios a llevar a cabo trabajos de mantenimiento. También ofrecen asesorías gratuitas y, en algunos casos, condonaciones de impuestos para incentivar la restauración. Sin embargo, no pueden intervenir directamente en propiedades privadas sin autorización del INAH o los dueños.

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