
Latinoamérica se perfila como un nuevo polo de desarrollo digital global. Impulsada por su capacidad energética renovable, talento técnico en expansión y una apuesta por infraestructura sostenible, la región avanza hacia un modelo que combina eficiencia tecnológica con conciencia ambiental.
Durante los años recientes, países como México, Chile, Colombia y Brasil consolidaron una red creciente de centros de datos, servicios en la nube y plataformas de almacenamiento inteligente. Según Daniel Scarafia, vicepresidente para América Latina y el Caribe de Hitachi Vantara, este proceso no es solo industrial, sino también estratégico. "América Latina se está posicionando como una región en ascenso para el crecimiento económico global en 2025", aseguró el directivo de origen argentino.
México destaca como un centro clave de manufactura tecnológica, beneficiado por su cercanía con Estados Unidos y el fenómeno de la relocalización de cadenas de suministro. "Sus industrias automotriz y electrónica siguen creciendo gracias a una fuerte inversión extranjera", explicó Scarafia, señalando que el país no solo ensambla, sino que también innova.
En el cono sur, Chile y Colombia captan atención por su dinamismo en infraestructura digital. Santiago ha experimentado un crecimiento acelerado en centros de datos, mientras Bogotá fortalece su ecosistema con inversiones en redes, conectividad y sostenibilidad energética. En ambos casos, la estabilidad macroeconómica y la apertura comercial han jugado a favor. El especialista destacó que "ambas economías destacan por su capacidad de adaptación a las demandas de los mercados globales".
Uno de los factores que convierte a América Latina en un terreno fértil para el desarrollo tecnológico es su potencial energético. "Con vastos recursos solares, eólicos e hidroeléctricos, la región se perfila como un proveedor clave de energía limpia", afirmó el vicepresidente de Hitachi Vantara. Esta condición permite reducir los costos de operación para servicios intensivos en energía, como los centros de datos y también alinea al continente con las exigencias ambientales de los mercados internacionales.
Una parte clave de esta transformación está en el diseño de infraestructuras digitales con criterios de sostenibilidad desde su origen. El reporte de sostenibilidad 2024 de Hitachi Vantara al que tuvo acceso NotiPress, documenta cómo sus soluciones de almacenamiento han logrado reducir el consumo energético entre 30 y 40 % por modelo, gracias a tecnologías propias. Además, herramientas como Clear Sight permiten a las empresas monitorear su huella energética en tiempo real, con paneles que entregan datos sobre consumo y emisiones a nivel global y por sitio.
La integración regional también forma parte del nuevo paradigma. Las startups tecnológicas en países como Argentina, Perú y Uruguay ganan terreno al proponer soluciones propias en áreas como fintech, edtech y agtech. "Esta nueva generación de empresas está impulsando el desarrollo del talento local y creando soluciones adaptadas a las necesidades específicas de los países de la región", puntualizó Scarafia.
El avance de infraestructura digital con baja huella de carbono se traduce en ventajas competitivas concretas para empresas locales e internacionales. Desde menor consumo energético hasta acceso a datos en tiempo real, las soluciones digitales sostenibles representan una nueva forma de hacer negocios, especialmente en sectores donde la trazabilidad y eficiencia son clave. El costo ambiental de la tecnología empresarial pasó a ser un elemento estratégico para el sector corporativo.
A medida que los grandes centros urbanos latinoamericanos se transforman en nodos tecnológicos conectados con el mundo, el interés de inversionistas globales continúa creciendo. La sostenibilidad, que antes era vista como un valor agregado, hoy opera como condición estructural. Scarafia concluyó que "en 2025, América Latina no sólo representará nuevas oportunidades, sino también un espacio de evolución y resiliencia para las empresas que se ven constantemente desafiadas a adaptar e innovar sus modelos de negocio".
Para los actores del ecosistema empresarial, este cambio ya no es opcional. A diferencia de ciclos anteriores marcados por la dependencia de materias primas, la región ahora integra infraestructura digital de alto rendimiento con modelos de consumo energético responsable. América Latina, antes vista como mercado emergente, comienza a actuar como plataforma tecnológica sostenible. La mirada está puesta en centros de datos eficientes, servicios en la nube con baja huella de carbono y soluciones que combinan escalabilidad con criterios ESG. Por eso, como concluyó Scarafia, "América Latina no sólo representará nuevas oportunidades, sino también un espacio de evolución y resiliencia para las empresas que se ven constantemente desafiadas a adaptar e innovar sus modelos de negocio". (Notipress)