Se acerca el Día del Padre en México, una fecha ideal para visibilizar a un grupo poco reconocido: los padres solteros. Aunque la atención social y mediática suele centrarse en las madres solteras, existen hombres que crían y mantienen a sus hijos sin pareja, enfrentando retos particulares y una realidad poco documentada.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, en México hay 21.2 millones de hombres que se identifican como padres de al menos un hijo que reside con ellos. De estos, 93.5 % están casados o en unión libre, 5.9 % están separados, divorciados o viudos, y solo 0.5 % son padres solteros, es decir, viven solos con sus hijos sin pareja.
Aunque el porcentaje de padres solteros es bajo, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), en México hay aproximadamente 907,000 padres solteros. Aunque esto representa apenas 1.3 % del total de padres, se trata de una cifra significativa que ha ido en aumento.
La realidad de los padres solteros es tan variada como la de las madres solteras. Algunas de las principales razones por las que los hombres quedan al frente de la crianza incluyen el divorcio, la separación, la viudez o el abandono materno. En menor medida, también hay hombres que eligen adoptar o hacerse cargo de hijos de manera voluntaria tras un conflicto familiar.
Políticas públicas y apoyos para padres solteros
Históricamente, los programas sociales en México se han enfocado en apoyar a madres solteras, dado que son mayoría y enfrentan mayores cargas en el sistema de cuidados. Sin embargo, recientemente la Secretaría del Bienestar ha lanzado un programa específico para padres solteros, buscando equidad en la atención y apoyo económico.
Este programa otorga un apoyo bimestral de 1,600 pesos por hijo para padres solteros con hijos de entre 1 y 4 años, y hasta 3,600 pesos para hijos con discapacidad hasta los 6 años. En caso de orfandad materna, el apoyo puede extenderse hasta los 23 años, con montos variables según la edad.
Para acceder, los padres deben presentar documentos como acta de nacimiento del hijo, CURP y certificado de salud, y demostrar que están trabajando, estudiando o buscando empleo sin acceso a cuidado infantil.
Conforme la estructura familiar en México se diversifica, las políticas públicas deben evolucionar para reconocer y atender todas las formas de crianza, sin sesgos de género. Los padres solteros existen, crían, aman, se cansan, se equivocan y también necesitan apoyo. Invisibilizarlos no solo perpetúa desigualdades, sino que los deja en el abandono emocional e institucional.
Finalmente, reconocer a los padres solteros es también un acto de justicia y equidad.
