
La cotización del dólar estadounidense cayó este lunes 16 de junio a su punto más bajo en varios años, en un entorno condicionado por la inminente reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) y la cumbre del Grupo de los Siete (G7). Según un análisis de Quásar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, al cual tuvo acceso NotiPress, la situación refleja una prolongada inestabilidad en los mercados financieros.
"El dólar estadounidense prolongó su caída este lunes, alcanzando nuevos mínimos de varios años. La atención sigue centrada en la próxima decisión de la Reserva Federal el miércoles, las previsiones actualizadas y el tono del presidente Powell", afirmó el especialista. A pesar del debilitamiento, no se anticipan cambios en los tipos de interés por parte del banco central estadounidense.
Diversos elementos continúan afectando el panorama económico internacional, pese a una reciente moderación en los índices inflacionarios. Los precios de la energía y las medidas arancelarias aplicadas por distintas economías mantienen presión sobre el sistema comercial global, generando reacciones en los principales centros financieros. Esta combinación ha puesto en duda la capacidad de estabilización de las políticas actuales, dejando a inversionistas en una postura de cautela.
Quásar Elizundia subrayó la posibilidad de que una comunicación más prudente por parte del organismo monetario prolongue la debilidad del billete verde. En sus palabras, "una postura más moderada por parte de la FED podría prolongar la debilidad del dólar estadounidense y apoyar las divisas de los mercados emergentes a corto plazo". A estos factores se añade el impacto de conflictos geopolíticos activos, que han incrementado la percepción de riesgo y estimulado la búsqueda de refugios financieros alternativos.
Igualmente, la agenda del G7, compuesta por temas estratégicos como seguridad internacional, flujos comerciales y estabilidad en las cadenas de suministro, se convierte en otro punto de atención. El especialista advirtió que "cualquier anuncio importante podría alimentar la volatilidad en los mercados de divisas", abriendo la posibilidad de nuevas fluctuaciones en un escenario que ya se encuentra bajo presión.
Bancos centrales, organismos multilaterales y gobiernos han adoptado posturas conservadoras en sus proyecciones. Este entorno ha llevado a que operadores financieros analicen cada declaración pública como un posible indicio de ajuste en las políticas futuras. Las herramientas tradicionales de contención monetaria parecen perder eficacia frente a un escenario marcado por desequilibrios prolongados.
Movimientos en el valor del dólar estadounidense han dejado huella en diversas regiones, impactando el comercio exterior, la inversión directa y las reservas internacionales de varias economías. Para los próximos días, se prevé que cualquier señal emitida por la Reserva Federal o decisiones coordinadas dentro del contexto del G7 marcarán el rumbo inmediato de las principales divisas. (NotiPress)