Crecimiento urbano y vulnerabilidad: los desafíos en Puebla ante las intensas lluvias

Crecimiento urbano y vulnerabilidad: los desafíos en Puebla ante las intensas lluvias

Foto: Enfoque

En muchas ciudades, el crecimiento urbano ha llevado a las personas a ocupar zonas altamente vulnerables, por lo que la intensidad de las lluvias representa un riesgo significativo para muchas familias que viven cerca de laderas de ríos, barrancas o vasos reguladores. 

 

A pesar del peligro que esto representa, muchas de estas familias se resisten a evacuar sus hogares y acudir a algún albergue por temor a perder todas sus pertenencias.

 

Y es que Puebla es uno de los estados con mayor riesgo de inundaciones debido a sus características geográficas, como suelos propensos a la erosión, alta pluviosidad y la presencia de ríos y barrancas.

 

En la capital poblana, los ríos Atoyac, Alseseca y San Francisco son puntos críticos debido a su potencial de desbordamiento. Actualmente se han identificado 45 puntos de atención por ríos y barrancas, de los cuales 17 son prioritarios. Entre las barrancas destacan la Barranca San Jerónimo Caleras, Barranca Guadalupe Caleras, Barranca Adolfo López Mateos, Barranca Manzanilla, Barranca Clavijero, Barranca La Pila y Xaltonalt.

 

Los vasos reguladores del Puente Negro y El Santuario son áreas críticas, al igual que el canal ubicado en la colonia Álamos Vista Hermosa.

 

Según el Atlas de Riesgo, las colonias más expuestas a inundaciones por su proximidad a ríos, barrancas o vasos reguladores son San José del Puente, Ampliación Reforma Sur, La Providencia, Las Ánimas, Luz Obrera, Campestre del Bosque, Lagos Gloria, Reforma Sur, Santa Cruz Buenavista Norte, La Joyita, La Constancia, San Miguel La Rosa, Bosques de Atoyac, Ampliación Guadalupe Mayorazgo, Concepción Guadalupe Mayorazgo, Fraccionamiento Bosques de Atoyac, Mayorazgo y Tres Cerritos.

 

Asimismo, colonias aledañas al río Alseseca son especialmente vulnerables como la Agrícola, Resurgimiento, América Norte, La Margarita, Álamos, La Providencia, entre otras, así como las juntas auxiliares de San Miguel Canoa y la Resurrección, donde se han detectado asentamientos irregulares identificados en sus laderas, lo que incrementa el riesgo de inundaciones y deslizamientos.

 

De igual forma, colonias como Naciones Unidas, Morelos, Adolfo López Mateos, San Baltazar, Bosques de San Sebastián, Esfuerzo Nacional, Flor del Bosque, Manuel Rivera Anaya y Joaquín Colombres, corren el riesgo de un deslizamiento o inundación por su cercanía a barrancas y vasos reguladores.

 

Cuando una casa se inunda o se daña por lluvias, existen mecanismos de apoyo por parte de los tres niveles de gobierno y la ayuda no se limita únicamente a la evacuación. Regularmente el gobierno estatal, y en algunos casos el federal, ofrecen apoyos que incluyen refugios temporales, rehabilitación de viviendas, reubicación, apoyos económicos y reposición de bienes. 

 

Sin embargo, la rapidez y el alcance de la ayuda dependen de la magnitud del evento, la declaratoria de emergencia y los recursos disponibles. Por ejemplo, el gobierno del estado ha implementado programas para rehabilitar viviendas afectadas por lluvias, como el caso de La Galarza, donde se anunció la recuperación de 19 viviendas dañadas por el desbordamiento de una acequia.

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