
Después de que el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, diera a conocer el hallazgo de restos metálicos, tanques y plásticos provenientes del cohete Starship en la costa, la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk, propuso limpiar la zona y solicitó asistencia al gobierno mexicano para recuperar los escombros, asegurando que la basura espacial no representa riesgos químicos ni biológicos para los habitantes.
A través de una publicación en su cuenta de X, también propiedad de Musk, SpaceX explicó que ofreció recursos para las labores de limpieza y que los desechos continúan siendo de su propiedad. Asimismo, aclaró que, antes de cada lanzamiento, se establece una zona de seguridad en torno al sitio de prueba, la cual se mantuvo activa durante toda la operación.
As previously stated, there are no hazards to the surrounding area. Previous independent tests conducted on materials inside Starship, including toxicity analyses, confirm they pose no chemical, biological, or toxicological risks.
— SpaceX (@SpaceX) June 26, 2025
And as is the case before any test, a safety… https://t.co/lJHGInE5vj
Sin embargo, la compañía denunció que sus intentos por recuperar su basura están siendo obstaculizados por personas no autorizadas, quienes habrían ingresado a terrenos privados para recoger los restos. A pesar de esto, SpaceX está completamente dispuesto a colaborar con las autoridades locales y federales en el proceso de recuperación.
El caso cobró relevancia luego de que varios fragmentos del cohete cayeran en la Playa Bagdad, lo que desató preocupaciones medioambientales y de seguridad del gobierno mexicano. Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció públicamente que existe contaminación y aseguró que su administración evalúa presentar demandas conforme a las leyes internacionales.
Ante esta situación, SpaceX aseguró que llevó a cabo pruebas de toxicidad a los materiales del cohete y no representan ningún riesgo para la salud humana o el medioambiente. Sin embargo, varios expertos insisten en que se debe investigar a fondo el posible impacto ecológico que las pruebas de la empresa tienen en la región del Golfo de México.