Sentencian a dueño de funeraria por ocultar casi 190 cadáveres y entregar cenizas falsas

Jon Hallford, propietario de la funeraria Return to Nature en Colorado, será sentenciado esta semana tras declararse culpable de conspiración para cometer fraude electrónico. De acuerdo con las autoridades, Hallford ocultó aproximadamente 190 cadáveres en condiciones deplorables y envió cenizas falsas a sus familiares.

El caso se dio a conocer en 2023, cuando las autoridades descubrieron cuerpos apilados en un edificio abandonado y plagado de insectos en Penrose, al sur de Denver. La investigación reveló que, en lugar de incinerarlos como establecían los contratos, Hallford y su esposa Carie, también copropietaria, optaron por esconderlos y fabricar cenizas falsas, formando una red de engaño que causó daño emocional a las familias afectadas.

Los fiscales también acusan a la pareja de haber malversado casi 900,000 dólares en fondos federales destinados a apoyar servicios funerarios durante la pandemia. Con ese dinero, compraron vehículos de lujo, criptomonedas, artículos de marcas como Gucci y Tiffany, e incluso tratamientos estéticos.

Además del proceso federal, Hallford enfrenta en Colorado 191 cargos estatales por abuso de cadáveres, y su esposa será juzgada en septiembre tanto en tribunales estatales como federales. En total, se estima que los hallazgos afectan a más de 180 familias,.

El impacto sicológico fue grave, pues muchas víctimas aseguran haber desarrollado pesadillas y sentimientos de culpa, algunas incluso expresaron angustia espiritual al enterarse de que los restos de sus seres queridos jamás fueron cremados.

La fiscalía solicitó 15 años de cárcel para Hallford, aunque podría enfrentar hasta 20. Por su parte, su defensa pidió una pena de 10 años, argumentando que el acusado reconoce la gravedad de sus actos.

Un caso similar sucedió en México, ya que recientemente la Fiscalía General del Estado de Chihuahua reveló el hallazgo de 381 cadáveres no incinerados en un crematorio de Ciudad Juárez. Algunos llevaban allí más de dos años, y se presume que sus familiares recibieron urnas con cenizas ajenas. Las autoridades describieron la escena como “cruel, triste e inhumana”, con los cuerpos apilados como si fueran mercancía, en lo que podría deberse a una saturación de servicios más que a un esquema criminal.