
Más que un simple adorno, el clásico poste giratorio con rayas rojas, blancas y azules que distingue a las barberías es un símbolo cargado de historia. Su origen se remonta a la Europa medieval, cuando los barberos no sólo cortaban cabello o afeitaban, sino que también ejercían tareas médicas básicas como la extracción dental, pequeñas cirugías e incluso las conocidas sangrías.
Según el sitio LaRazón, en ese entonces, los barberos colgaban vendas ensangrentadas afuera de sus locales para anunciar sus servicios sanitarios, pero con el tiempo, esto cambió al poste de rayas y cada color tiene un significado simbólico:
- Rojo: representa la sangre de los procedimientos.
- Blanco: simboliza los vendajes utilizados.
- Azul: introducido más tarde en Estados Unidos, se asocia con las venas, o según otras interpretaciones, fue un elemento distintivo frente a las versiones europeas.
El movimiento giratorio del poste se incorporó recientemente, y no solo cumple una función estética, ya que su efecto óptico simula las vendas retorcidas colgadas en el pasado, y al mismo tiempo actúa como reclamo visual para atraer la atención de los peatones en las calles.
Hoy, aunque los barberos modernos ya no practican medicina, el poste sigue siendo un emblema que proyecta tradición, profesionalismo y respeto por el origen del oficio. Instituciones como el National Barber Museum en Ohio y asociaciones como la British Barbers’ Association lo consideran parte fundamental de la identidad cultural de la barbería.