Precios inalcanzables y reventa asegurada: así será el Mundial 2026 en México

Precios inalcanzables y reventa asegurada: así será el Mundial 2026 en México

Foto: Freepik

A menos de un año del Mundial 2026, los boletos para este evento representan una dualidad clara: un sueño futbolero para algunos y un lujo inalcanzable para otros.

 

La reciente salida a la venta de algunas entradas ha generado revuelo, especialmente por los precios elevados, que serán difíciles de alcanzar para muchos aficionados.

 

Los tickets para los partidos del Mundial 2026 en México (Estadio Azteca, Estadio Akron y Estadio BBVA) se dividen en dos categorías principales: paquetes hospitality (VIP) ya disponibles y boletos generales, cuya venta iniciará a finales de 2025.

 

- Paquetes Hospitality: desde 32,980 hasta 62,400 pesos por un partido de fase de grupos, excluyendo los de México, Estados y Canadá. Incluyen experiencias premium como catering y acceso a zonas exclusivas.

 

- Venue Series: para todos los partidos en una sede, por ejemplo, cinco partidos en el Azteca, incluyendo el partido inaugural. Los precios van de 344,000 a 901,000 pesos.

 

 

Para evaluar la accesibilidad, compararemos los costos de los boletos con los ingresos mensuales promedio y el salario mínimo, calculando cuántos días o meses de trabajo se necesitan para adquirir una entrada.

 

Para el paquete Hospitality, una persona que adquiera el boleto de 32,980 pesos y que gana el salario mínimo, necesitaría 118 días de trabajo, lo cual representa el 394 % del salario mensual, es decir, casi 4 meses de ingresos.

 

Para aquellas personas que ganan un salario promedio de 316 pesos diarios, necesitaría 104 días de trabajo, lo que representa el 348 % del salario mensual.

 

Para las personas que se ubican en la zona libre de la frontera norte (ZLFN), equivale a 79 días de trabajo, lo que representa el 262 % del salario mensual.

 

Estos paquetes son inaccesibles para la gran mayoría, equivaliendo a varios meses de trabajo incluso para quienes ganan el salario promedio o el mínimo en la ZLFN.

 

Para el caso del Venue Series, una persona que adquiera el boleto más barato de 344,000 pesos, necesitaría 1,234 días de trabajo, tomando en cuenta que el salario mínimo general es de 278.80 pesos. Esto equivale a 41 meses, lo que representa el 4112 % del salario mensual.

 

Para aquellos que cuentan con un salario promedio, requieren de 1,089 días de trabajo, es decir, 3 años, y representa 3630 % del salario mensual.

 

Para quienes se ubican dentro de la ZLFN, requieren de 819 días de trabajo, poco más de dos años y representa 2730 % del salario mensual.

 

Esto significa que es totalmente inalcanzable para el 83 % de los trabajadores que ganan hasta dos salarios mínimos y solo viable para una élite con ingresos muy altos.

 

Para la clase media y media baja mexicana, con ingresos de 8,364 a 16,728 pesos mensuales, buscarán boletos de categoría 4, para fase de grupos, especialmente residentes de las ciudades sede y lo cual representa el grueso de los aficionados locales, pero dependerán de sorteos.

 

Los de clase media-alta y alta mexicana, con ingresos superiores a los 25,000 pesos mensuales, optarán por boletos de categoría 1 o paquetes Hospitality, especialmente para el inaugural y partidos de México.

 

¿Y los revendedores?

 

El Mundial 2026, con 48 selecciones y 104 partidos, será el más grande de la historia. En México, los 13 partidos en el Azteca, Akron y BBVA generarán una demanda masiva, especialmente para el partido inaugural y los juegos de la selección mexicana.

 

Los boletos de categoría 4, es decir, los más baratos, estarán restringidos a residentes de México, Estados Unidos y Canadá, y se asignarán por sorteo, lo que creará escasez y los revendedores aprovecharán esta limitación para inflar precios.

 

En Mundiales pasados, como Qatar 2022 y Rusia 2018, la reventa fue un problema significativo. Por ejemplo, en Qatar, los boletos en reventa alcanzaron hasta 10 veces el precio original, y en Rusia, la FIFA confiscó miles de entradas revendidas ilegalmente.

 

Los revendedores, tanto individuales como redes organizadas, compran boletos en sorteos o a través de bots y los revenden a precios exorbitantes, aprovechando la emoción de los aficionados.

 

Por tanto, es un hecho que los revendedores estarán presentes para el Mundial 2026, pues la alta demanda por los partidos hace del evento un imán para el mercado de reventa.

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