Una condición común de la piel impide servir en el ejército de Estados Unidos

Una condición común de la piel impide servir en el ejército de Estados Unidos

Foto: FreePik

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad bastante común, pero en Estados Unidos puede ser motivo de exclusión del servicio militar, según lo establece el Departamento de Defensa en sus estándares médicos para reclutamiento. Las personas con antecedentes de dermatitis después de los 12 años enfrentan restricciones para ingresar o permanecer en cuerpos de seguridad, especialmente si los síntomas se consideran persistentes o severos.

 

De acuerdo con el artículo Atopic Dermatitis in the US Military, publicado en Cutis, una erupción durante una misión puede comprometer la seguridad operativa, ya que "un solo integrante incapacitado afecta la efectividad y seguridad del equipo". En zonas de combate, donde el acceso a medicamentos y cuidados médicos es limitado, la enfermedad puede volverse incapacitante.

 

Así, durante operaciones militares, los uniformes, el calor, la humedad, el estrés y el uso continuo de equipo protector agravan los síntomas. La literatura médica indica que "si alguien diseñara una experiencia para provocar un brote en una persona con dermatitis atópica controlada, probablemente se parecería a un despliegue militar".

 

En este contexto, el acceso a tratamientos eficaces y sostenibles cobra mayor relevancia clínica. En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) otorgó el registro sanitario a lebrikizumab, un nuevo medicamento desarrollado por la farmacéutica Lilly. La doctora Ana Cantú, directora médica en inmunología de la compañía, explicó que se trata de una opción de primera línea para personas mayores de 12 años con dermatitis atópica moderada a grave, orientada a aliviar el prurito y el eccema.

 

Según Lilly, en México esta enfermedad inflamatoria de la piel afecta al 20% de la población y suele ser subdiagnosticada. De acuerdo con información compartida a NotiPress, el doctor Santiago Posada, vicepresidente de Asuntos Médicos de la firma en Latinoamérica, afirmó que "los pacientes viven con esta frustración y frecuentemente buscan acceder a tratamientos que les permitan llevar una vida sin molestias".

 

El impacto de la dermatitis atópica no se limita únicamente al plano físico individual. Diversos estudios la vinculan con alteraciones del sueño, ansiedad, depresión y aislamiento social. En entornos de alta exigencia, como el militar, estos efectos pueden intensificarse. Como consecuencia, las fuerzas armadas mantienen criterios de selección que excluyen a quienes hayan presentado esta afección tras los 12 años, salvo en casos leves con documentación precisa y solicitud de dispensa.

 

Finalmente, el uso de lebrikizumab en México podría representar un avance terapéutico para pacientes civiles, al tiempo que subraya la necesidad de mayor diagnóstico temprano y control efectivo. En contextos como el militar, donde las condiciones pueden volver la dermatitis atópica una amenaza operativa, el tratamiento y seguimiento adecuados continúan siendo un desafío estructural. (NotiPress)

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