Deserción escolar, otro flagelo de la pobreza en México

Deserción escolar, otro flagelo de la pobreza en México

Foto: FreePik, Enfoque

Actualmente, hay una realidad muy triste y compleja: muchos niños no regresan a la escuela. Y son varios los factores que contribuyen a que se presente este fenómeno, como el descuido familiar, falta de recursos y necesidad de trabajar.

 

El primero de ellos es un factor crítico que impide que muchos niños regresen a la escuela, ya que la falta de apoyo emocional, económico o físico de los padres o cuidadores deja a los niños en una situación de vulnerabilidad. Este problema es especialmente grave en México, donde las dinámicas sociales, económicas y culturales agravan la situación.

 

Por otra parte, la falta de recursos económicos es otra de las principales barreras que impiden que muchos niños regresen a la escuela, y es que aunque la educación básica es gratuita por mandato constitucional, los gastos indirectos como uniformesútiles escolares, transporte y cuotas escolares "voluntarias" representan una carga importante para familias de bajos ingresos, lo que obliga a los niños a quedarse fuera del sistema educativo.

 

Y el trabajo infantil es otro factor, ya que en muchos casos los niños o sus familias priorizan el trabajo por necesidad económica, presión social o porque consideran que aporta más valor inmediato que la educación. Este fenómeno se presenta especialmente en contextos de pobreza, donde los ingresos de los niños son vistos como esenciales para la supervivencia familiar.

 

Ante este panorama, la realidad es que la deserción escolar es un problema muy significativo; según el Observatorio de la Educación del movimiento Educación con Rumbo, poco más de 994,210 estudiantes abandonaron la escuela en el pasado ciclo escolar, lo cuál refleja una crisis educativa persistente en México, aunque la cifra es ligeramente menor que los 1’047,000 desertores registrados durante los años más críticos de la pandemia.

 

En números precisos, la deserción en primaria es baja, con una tasa proyectada de 0.3 % en 2024, aunque en 2023 fue de 0.1%. En secundaria, la tasa de abandono fue de 2.4 % en 2024, una mejora respecto al 3.2 % de 2023, pero aún significativa en comunidades marginadas.

 

En el ciclo 2021-2022, se reportaron 483,454 deserciones en primaria y una tasa de 3.9 % en secundaria, con una brecha de género del 4.5 % hombres y 3.3 % mujeres.

 

El nivel de educación media superior resultó el más afectado, con una tasa de abandono de 30.9% a nivel nacional en 2024-2025. En modalidades como la de profesional técnico, la deserción alcanza el 59.5 %, posiblemente debido a la vinculación con el mercado laboral, que lleva a los jóvenes a priorizar el trabajo.

 

En el ciclo 2023-2024, se reportaron 430,000 deserciones en media superior, y en 2024-2025, 651,762 estudiantes abandonaron este nivel, representando la mayor proporción de las deserciones totales.

 

La tasa de abandono en media superior venía disminuyendo desde 14.5 % en 2018 a 8.7 % en 2022-2023, pero el repunte en 2024-2025 indica un retroceso.

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