Miles de franceses toman las calles este miércoles para protestar contra los duros recortes anunciados por el Gobierno del presidente Emmanuel Macron, según informan los medios locales.
Las movilizaciones masivas contra el 'tijeretazo' del gasto público tienen lugar en París y otras grandes ciudades.
En la capital francesa los manifestantes comenzaron a bloquear calles y encender fogatas, según informó un corresponsal de la RIA Nóvosti.
En la ciudad de Lille, en el norte del país, los movilizados cerraron la carretera de circunvalación pero tras la intervención de las fuerzas policiales se reabrió el tráfico, escribe el periódico Voix du Nord.
En Brest, en el noroeste de Francia, manifestantes vestidos de payasos interrumpieron el tráfico en una importante autopista. Más tarde está prevista una marcha cerca de una terminal petrolera, una de las más grandes de la región de Bretaña, informó el diario Le Parisien. En la ciudad de Rennes se produjeron choques entre los manifestantes y los policías.
En el sur de Marsella, los manifestantes cierran las calles paralizando el tráfico, escribe el periódico La Provence. La fuerza pública arremetió con porras y gases lacrimógenos contra personas que bloqueaban la entrada en algunas escuelas secundarias.
En el centro de Toulouse se registra el bloqueo puntual de calles y en algunos lugares los activistas levantaron barricadas que fueron posteriormente desmanteladas por los policías, transmite el canal televisivo BFMTV.
Según el canal France 3, en Lyon los manifestantes intentaron cerrar las calles principales de la ciudad, quemaron contenedores de basura y se enfrentaron a los agentes del orden.
Este miércoles Francia vive una jornada de protestas masivas bajo el lema 'Bloqueemos todo' y se espera la participación de 100.000 personas en más de 700 acciones.
Las autoridades temen disturbios ante la ausencia de una organización centralizada de las manifestaciones.
Los franceses de a pie protestan por el proyecto de presupuesto para 2026 que presentó en julio pasado el primer ministro de entonces Francois Bayron, dimitido el lunes. En el documento se planea recortes del gasto público por 43.800 millones de euros lo que supone que no habrá aumento de pensiones y subvenciones sociales, solo crecerá el dinero destinado al Ministerio de Defensa.
