11 años sin ellos: Ayotzinapa, vive

11 años sin ellos: Ayotzinapa, vive

Era una noche lluviosa, como que sollozaba la tierra presagiando lo que sucedería. Salieron de Ayotzinapa, no volvieron. Y hasta ahora la incertidumbre sigue cubriendo agónicamente nuestros corazones, solo esperamos que el dolor no nos apague la rabia: fue el Estado.

 

La Normal Rural “Isidro Burgos” que se ubica en Ayotzinapa, Guerrero, ha sido semillero de grandes profesores rurales, pilares que sostienen la educación de las comunidades más pobres del país. En ese contexto, ¿quién no se hace revolucionario? Así se templaron, como acero, los maestros Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos para levantarse en armas contra el gobierno. Desde siempre esa Normal no ha sido muda, ni sus estudiantes indiferentes, han entendido en la práxis que no basta con comprender al mundo, que lo tenemos que transformar. Esa escuela, a pesar de las agresiones que sufrió para ser cerrada durante el neoliberalismo, es la única oportunidad que tienen cientos de hijos de campesinos para estudiar una carrera, ahí pueden vivir, ahí comen o mal comen.

 

Eran alumnos de nuevo ingreso, 43, toda la generación. Algunos apenas tenían 17 años, se habían despedido de su familia en agosto, habían pasado el examen y se iban para ser maestros. De esos que caminan mucho en la madrugada para encontrar, entre la penumbra del sol que aún no despierta, su saloncito de clases, cuando lo tienen o el madero mal pintado que se cuelga como pizarrón bajo un pirul esperando que venga la chamacada. Iban a ser maestros, de esos con corazón imparable, los que enseñan a hacer cuentas, a escribir, a leer, los que enseñan el amor a la tierra y a la Patria. Iban a ser maestros, de esos que siguen caminando ya en la tarde para volver a casa, con los cachetes colorados por el sol rebelde. Iban a ser maestros, de esos a los que no les pagan, porque al gobierno se le olvida el pobre y cuando van a la cobrar a la Ciudad de México los reciben a palos los granaderos. Iban a ser y ya no fueron.

 

Se preparaban para la marcha del 2 de octubre, porque la historia se repite, aunque la conozcamos, se repite, se repite. Porque el poderoso vuelve a abofetearnos la otra mejilla, porque siguen avanzando sobre nosotros, porque era importante no olvidar, por había que marchar, porque a ellos también les dolía algo adentro. Tomaron los camiones, la policía ya los esperaba. Después, todo fue mentira, la verdad histórica de Murillo Karam y Peña Nieto, los huesos sembrados en el basurero, los ríos de tinta que derramó la prensa indigna. Nosotros ya lo sabíamos: Fue el Estado.

 

Son 11 años de dolor, algunos padres y abuelos han cerrado ya sus ojos sin haber visto volver a los hijos. El gobierno de la esperanza ha desvelado también que fue el Estado; que construyeron la verdad histórica; quienes fueron los torturadores, uno de ellos prófugo y protegido por el gobierno genocida de Benjamín Netanyahu en Israel; ha detenido a una decena de militares, pero no ha obtenido el paradero de los estudiantes.

 

Hoy mis alumnos tienen 18 años, no vivieron nada de esto, hay que volverles a contar, para que nunca más permitamos que el Estado nos quite a nuestros estudiantes. No olvidar jamás.

 

Abel García Hernández, Abelardo Vázquez Peniten, Adán Abrajan de la Cruz, Alexander Mora Venancio, Antonio Santana Maestro, Benjamín Ascencio Bautista, Bernardo Flores Alcaraz, Carlos Iván Ramírez Villarreal, Carlos Lorenzo Hernández Muñoz, César Manuel González Hernández, Christian Alfonso Rodríguez, Cristian Tomas Colón Garnica, Cutberto Ortiz Ramos, Dorian González Parral, Emiliano Alen Gaspar de la Cruz, Everardo Rodríguez Bello, Felipe Arnulfo Rosas, Giovanni Galindes Guerrero, Israel Caballero Sánchez, Israel Jacinto Lugardo, Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa, Jhosivani Guerrero de la Cruz, Jonas Trujillo González, Jorge Álvarez Nava, Jorge Aníbal Cruz Mendoza, Jorge Antonio Tizapa Legideño, Jorge Luis González Parral, José Ángel Campos Cantor, José Ángel Navarrete González, José Eduardo Bartolo Tlatempa, José Luis Luna Torres, Julio César López Patolzin, Leonel Castro Abarca, Luis Ángel Abarca Carrillo, Luis Ángel Francisco Arzola, Magdaleno Rubén Lauro Villegas, Marcial Pablo Baranda, Marco Antonio Gómez Molina, Martín Getsemany Sánchez García, Mauricio Ortega Valerio, Miguel Ángel Hernández Martínez, Miguel Ángel Mendoza Zacarías, Saúl Bruno García.   

 

¡Vivos los queremos, hasta siempre!

 

 

*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo

 

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras

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