Un estudio genético sobre soldados caídos en la retirada de Napoleón en 1812 contradice la versión histórica más aceptada. No se halló rastro del tifus, sino de otras dos infecciones bacterianas que pudieron haber debilitado al ejército francés durante su repliegue desde Rusia.
La investigación, publicada el 24 de octubre de 2025 en Current Biology, se realizó sobre restos humanos hallados en una fosa común en Vilna, Lituania. El equipo científico liderado por la Unidad de Paleogenómica Microbiana del Instituto Pasteur extrajo y secuenció ADN de dientes pertenecientes a trece soldados del ejército napoleónico.
Durante más de dos siglos, estudiosos atribuyeron la pérdida masiva de vidas al frío extremo, el hambre y un brote de tifus. Esta hipótesis fue respaldada por hallazgos previos del agente Rickettsia prowazekii y piojos del cuerpo, su vector común. Sin embargo, en este nuevo análisis no se detectaron rastros de dicha bacteria ni de Bartonella quintana, agente vinculado con la fiebre de las trincheras.
En su lugar, los investigadores identificaron secuencias genéticas correspondientes a Salmonella enterica (serovar Paratyphi C) y Borrelia recurrentis. Estos patógenos provocan fiebre paratifoidea y fiebre recurrente, enfermedades infecciosas capaces de causar fiebre alta, debilidad intensa y complicaciones digestivas.
De los trece cuerpos analizados, cuatro presentaron señales de infección por S. enterica y dos por B. recurrentis. Según los científicos, estos hallazgos representan la primera evidencia genética de estas bacterias en soldados de la campaña de 1812.
Así, el método utilizado consistió en técnicas de secuenciación de nueva generación, capaces de recuperar ADN antiguo con baja cobertura. Este enfoque superó las limitaciones de métodos previos como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), menos eficaz ante fragmentos antiguos de tamaño reducido.
Igualmente, el equipo observó que la cepa de B. recurrentis corresponde a un linaje previamente detectado en Gran Bretaña durante la Edad del Hierro, lo cual indica su persistencia histórica en Europa. Las variantes actuales pertenecen a linajes distintos.
Los restos analizados fueron exhumados en 2002 por arqueólogos franceses durante excavaciones en Vilna. En esa ciudad murieron miles de soldados franceses en su intento de regresar a territorio aliado, tras la fallida invasión al Imperio ruso encabezada por Napoleón Bonaparte. (Notipress)