Apple lo volvió a hacer. Si el paño de pulido Apple de 19 dólares había dejado boquiabiertos a sus clientes, esta vez fue un poco más lejos. La marca de la manzana mordida lanzó el iPhone Pocket, una funda textil creada en colaboración con la marca japonesa Issey Miyake. Se trata de un accesorio minimalista disponible en dos tamaños: corto por 149,95 dólares y largo por 229,95 dólares. La pieza, confeccionada en una malla acanalada elástica, permite entrever la pantalla del dispositivo y está inspirada en el concepto A Piece of Cloth (un trozo de tela), desarrollado por Miyake en 1997. En definitiva, la funda no tiene casi diferencias con un calcetín.
La relación entre Apple y Miyake no es nueva. Steve Jobs, cofundador de la empresa tecnológica, utilizó durante años camisas negras de cuello alto diseñadas por el creador japonés. Aunque Miyake falleció en 2022 y no participó en este diseño, su legado parece seguir influyendo en el lenguaje visual de Apple.
Según la descripción oficial, "está confeccionada con una estructura de malla acanalada que evoca los pliegues originales de Issey Miyake, la funda iPhone Pocket es una forma elegante de llevar tu iPhone". La propuesta estética busca reinterpretar la funcionalidad desde el diseño, sin agregar adornos ni excesos visuales.
Para algunos usuarios, el precio resulta desconcertante. Para ponerlo en perspectiva, este calcetín cuesta casi un tercio de lo que cuesta un iPhone 17 (800 dólares). Sin embargo, la decisión de adquirirlo parece responder a algo más allá del diseño.
Antes de la llegada del minimalismo extremo, en los 70, Pierre Bourdieu ya hablaba de "símbolos de posición social" los cuales no solo expresan pertenencia a un grupo, sino también validan el acceso a un tipo particular de gusto, un gusto que sobrepasa todo precio. Bourdieu señala que además del capital económico, también existe el capital cultural, el cual se construye por medio del conocimiento y las disposiciones que permiten reconocer lo valioso. ¿Y quién dudaría de la profundidad intelectual de alguien que tiene un calcetín colgado en su bolso?
El diseño sobrio y la ausencia de marcas visibles no son un descuido, sino una elección deliberada. Según Bourdieu, "la contemplación pura implica una ruptura con la actitud ordinaria respecto al mundo" y se basa en una disposición estética que solo aquellos que aprecian la simplicidad de la vida y se encuentran intelectualmente por encima de los demás pueden adquirir y ejercer. En este sentido, el iPhone Pocket no llama a cualquiera para ser usado, sino que su portador deber ser capaz de distinguirse mediante formas no evidentes.
En un mercado donde los accesorios tecnológicos tienden a ser funcionales y visibles, este calcetín para iPhone introduce una lógica distinta. Su exclusividad no radica en su uso, sino en su significado. Esta idea puede parecer invisible al principio, pero siempre llega una marca que la desnuda. En la industria de la moda, marcas como Balenciaga han llegado a burlar la inteligencia del público a tal punto de dejar al descubierto el esnobismo de muchos de sus clientes. ¿O acaso nadie recuerda los tenis incinerados o el bolso en forma de paquete de Lay´s?
Al final, guardar un dispositivo costoso en un calcetín no responde a una necesidad, sino a una forma de habitar el gusto, el consumo y la diferencia. Tal como anticipó Bourdieu: la distinción no siempre es visible, pero siempre es reconocible. (NotiPress)