El Tribunal Supremo Federal de Brasil votó este lunes a favor de mantener al expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023) en prisión preventiva, luego de que el pasado fin de semana intentara desactivar la tobillera electrónica que debía usar como parte de su arresto domiciliario.
El juez instructor del caso, Alexandre de Moraes, votó a favor de mantener a Bolsonaro preso porque "la continuidad en el incumplimiento de las medidas cautelares no cesó; al contrario, se amplió cuando violó conscientemente el equipo de monitoreo electrónico".
Los jueces Flávio Dino y Cristiano Zanin también votaron a favor de la medida, formando la mayoría necesaria en la primera sala de la corte (tres votos de cinco).
El expresidente se encontraba en arresto domiciliario desde agosto, tras haber violado entonces medidas cautelares impuestas por la Justicia, como la prohibición de comunicarse con aliados y seguidores a través de redes sociales.
La madrugada del sábado intentó romper la tobillera electrónica que usaba dentro de su casa en Brasilia, y pocas horas después el Supremo ordenó su traslado a la Superintendencia de la Policía Federal en Brasilia, donde permanece desde entonces.
El juez Moraes también justificó el traslado porque uno de sus hijos, el senador Flávio Bolsonaro, había convocado una vigilia a las puertas de su casa, lo que según el magistrado podía generar confusión, altercados y el ambiente propicio para una fuga.
El principal temor de la Justicia brasileña es una huida de Bolsonaro a la embajada de un país aliado, donde podría pedir refugio (su casa dista apenas a 15 minutos en auto del barrio donde se encuentran las sedes diplomáticas en Brasilia).
En septiembre, el expresidente fue condenado a 27 años y tres meses de cárcel por intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.
No obstante, comenzará a cumplir su condena una vez que se hayan agotado todos los recursos.
Sus abogados habían pedido que cumpliera la condena en prisión domiciliaria alegando su edad (70 años) y sus problemas gastrointestinales, pero el Supremo rechazó un primer recurso.
El intento de romper la tobillera electrónica también complica la posibilidad de que Bolsonaro cumpla la pena en su casa de Brasilia, y la decisión final se tomará en las próximas semanas.
