Infartos al volante: el riesgo silencioso que amenaza a los conductores

Infartos al volante: el riesgo silencioso que amenaza a los conductores

Foto: FreePik

La mañana de este jueves se presentó un nuevo y doloroso capítulo de emergencias médicas al volante, cuando una mujer de 43 años perdió la vida por un infarto fulminante mientras conducía su camioneta color rojo sobre la Recta a Cholula, a la altura de la Unidad Deportiva Volkswagen, cerca del Periférico Ecológico.

 

Este hecho se suma a una serie de muertes similares ocurridas en los últimos meses en diversos puntos de la capital, generando preocupación por el incremento de fallecimientos por causas naturales mientras las personas van conduciendo.

 

 

Uno de los casos más recientes ocurrió el 4 de agosto de 2025, cuando un hombre de aproximadamente 60 años perdió la vida dentro de un automóvil Nissan Versa gris, estacionado junto al mercado La Acocota, en la ciudad de Puebla. Personas que notaron al conductor inconsciente dieron aviso a las autoridades; paramédicos del SUMA confirmaron que ya no contaba con signos vitales.

 

Otro hecho se registró el 4 de marzo de 2025, cuando un hombre de 50 años fue hallado sin vida dentro de su camioneta sobre el Periférico Ecológico, a la altura de Cuautlancingo. Testigos observaron la unidad detenida por varios minutos y al acercarse descubrieron que el conductor no reaccionaba, los servicios de emergencia confirmaron que el deceso fue por causas naturales.

 

Al siguiente día, el 5 de marzo, un hombre que conducía un tráiler sobre la autopista México-Puebla sufrió un infarto fulminante mientras manejaba. Según testigos, el conductor comenzó a sentirse mal antes de perder el control; el vehículo se salió de la vía y terminó volcado en el kilómetro 96, cerca de la caseta de San Martín Texmelucan. Paramédicos confirmaron su muerte al llegar, descartando que las lesiones fueran producto del accidente, pues aparentemente el infarto fue la causa del deceso.

 

 

Asimismo, el 2 de diciembre de 2024, una mujer de aproximadamente 50 años murió al interior de su vehículo cuando se encontraba cerca del acceso a un supermercado en la rotonda del Maguey, frente al fraccionamiento Misiones de Francisco, en el municipio de Coronango. Paramédicos confirmaron su fallecimiento en el lugar.

 

El 12 de noviembre de 2024, un hombre murió luego de presuntamente sufrir un infarto mientras circulaba por el bulevar Xonaca, en la capital poblana, lo que ocasionó que se impactara contra una luminaria. La zona fue asegurada por policías municipales mientras se llevaban a cabo las diligencias correspondientes.

 

Otro caso ocurrió el 18 de septiembre de 2024, cuando un hombre se desvaneció en una gasolinera Shell ubicada en bulevar Esteban de Antuñano y avenida 15 de Mayo, tras bajar de su vehículo para cargar combustible. Paramédicos confirmaron que falleció por un infarto; familiares informaron que padecía diabetes e hipertensión y que ya había sufrido un preinfarto.

 

Un infarto no siempre se manifiesta como el fuerte “dolor aplastante” que suele mostrarse en las películas. En muchos casos inicia de forma sutil y puede confundirse con indigestión, estrés o cansancio extremo. Entre los síntomas más frecuentes se encuentra la presión o dolor en el pecho, que puede sentirse como un peso intenso y extenderse hacia los brazos, cuello, mandíbula, espalda o estómago, acompañado de falta de aire, sudor frío repentino y náuseas.

 

Especialistas advierten que signos como mareo, sensación de desmayo, vómito y un cansancio extremo e inexplicable también son señales de alerta, sobre todo en mujeres, personas con diabetes y adultos mayores. En estos grupos, el dolor torácico puede estar ausente, y en su lugar predominan el sudor frio, las náuseas, el agotamiento y la dificultad para respirar.

 

Reconocer estos síntomas a tiempo puede salvar la vida, ya que un infarto requiere atención médica inmediata. Ante cualquiera de estas señales, se recomienda no minimizar los malestares, detener cualquier actividad, llamar de inmediato al 911 y evitar manejar, ya que un desvanecimiento repentino al volante puede tener consecuencias fatales.

 

Si una persona comienza a sentir síntomas de infarto mientras maneja, los especialistas advierten que tiene entre tres y diez minutos para actuar antes de perder el conocimiento o sufrir un daño irreversible. Lo primero y más importante es no seguir conduciendo, se deben encender de inmediato las luces intermitentes, orillarse lo más posible a un lugar seguro, colocar la palanca en “P” y activar el freno de mano. En caso de no alcanzar la orilla en una vía rápida, es más seguro detenerse en el mismo carril que intentar cruzar.

 

Una vez detenido el vehículo, se debe llamar de inmediato al 911 o pedir a alguien más que lo haga, indicando con claridad que se trata de un posible infarto, el lugar exacto y que se requiere una ambulancia urgente. Si la persona cuenta con aspirina de 100 a 300 miligramos y no es alérgica ni padece úlcera gástrica activa, puede masticarla, no tragarla, ya que está comprobado que puede reducir hasta en 25 % el daño al corazón si se toma durante la primera hora.

 

Además, se recomienda abrir las ventanas, aflojar la ropa, respirar lentamente y tratar de mantener la calma, ya que la hiperventilación agrava el cuadro. Si el conductor pierde el conocimiento y hay acompañantes, estos deben ponerse a salvo y guiar a los paramédicos. En caso de ir solo, se sugiere dejar la puerta del conductor abierta o entreabierta para facilitar la localización. Lo que nunca debe hacerse es intentar llegar manejando al hospital, minimizar los síntomas o ingerir alimentos o líquidos, ya que esto puede provocar complicaciones graves.

 

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