Ahora sí, ¡ahí vienen los gringos!
La capacidad de respuesta del gobierno se agotó hace tiempo. Sólo ha podido construir inmensos fracasos.
Ahora está acorralado sin dinero, sin apoyo efectivo, aunque presuma fantasiosos 36 millones de votos, producto no del convencimiento, sino de la compra de voluntades...